El amor por todo y todos.

miércoles, 14 de febrero de 2018

 

Esta no es la primera vez que voy a realizar una reseña de acciones, coordinadas, para evocar el alcance de condiciones personales en el devenir de la realidad; utilizando la mente, concentración y acciones definidas. Te las dejo acá para que tengas la información y sepas que, en algún momento de tu vida, podrás tener acceso a este tema.
Quiero indicarte que: yo he llevado a la práctica esto y, realmente, la corrección es verdadera; pero es necesario practicarla en forma constante y, a su vez, con una convicción libre de dudas y declinaciones. Si no lo crees, rechazas o simplemente no lo tomas en consideración, esto es el libre albedrío.
En lo primero:
Yo te amo.
En lo segundo:
Debes encontrar una tarjeta y en ella escribir tu demanda para contigo. Puede ser la que quieras, pero te recomiendo una, al principio, para que puedas visualizarlas en el periodo de concentración.
Luego de haber visto bien la tarjeta y haber leído con atención su contenido debes encontrarte en un lugar muy cómodo, apacible y libre de distracciones (ruidos de animales, objetos y personas)
Debes tener a mano un cronómetro -los celulares tienen reloj- para que sea programado y este debe sonar en un tiempo determinado. Te recomiendo que sean 5 a 10 minutos, para que se pueda llevar a cabo la concentración. Además, debes evaluar cómo fue la concentración y si esta no te satisface, en la próxima debes ponerle más empeño y así sucesivamente, hasta que quedes satisfecha que todo bien. Siendo así, cada comienzo debes darle partida al cronómetro y cuando la alarma suene, debes salir del ejercicio.
Al cerrar tus ojos y estar concentrada, debes imaginarte a ti misma en la posición que estás. De esa forma se ejerce la idea del desdoblamiento. Al verte a ti misma, debes comenzar a subir, salir de la habitación o lugar donde te encuentras y así hasta elevarte más allá del país. La imaginación acá es importantísima, dado que debes soltar las limitaciones que te impone la realidad y llegar a salir del planeta, del sistema solar e inclusive visualizar esta galaxia y las otras que están cerca.
Cuando se está tan lejos de todo y en la inmensidad del vació, ese es un buen lugar para abandonar todo lo que está en negativo. Acto seguido, debes tener un alto grado de compasión por todo lo que esta acá y sentir amor por todos y todo.
Si el sentimiento lo experimentaste, por allá muy lejos y en la inmensidad, es tiempo que comience tu retorno. Te aproximas a la galaxia, luego a este sistema solar, luego al planeta, al país y llegas hasta el lugar donde te encuentras y te reúnes contigo, fusionándote.
Aún continúas en la concentración, no has despegado los párpados y te levantas para ir a un lugar que debe tener 3 niveles. Por ellos asciendes, en el tercero hay una silla y sobre ella una claraboya. Llegas hasta la silla y te sientas recibiendo la luz del tragaluz en tu cabeza. Te percatas que hay una mesa a un costado y en ella está la misma tarjeta que escribiste y lees en voz alta tus demandas. Quedas conforme y agradecida con que ya está hecho el petitorio y retornas al lugar donde te encuentras, sentada, y ya estás lista para retornar a la realidad.
En lo tercero:
Si el cronómetro sigue corriendo o sonó antes de terminar el ejercicio de concentración, debes ajustar todo lo anteriormente indicado para que cuadre, más menos, entre lo que debes imaginar y el tiempo que la alarma suene, para que abandones tu estado de enajenamiento de la realidad.
En lo cuarto:
Mantén esa tarjeta en un lugar recurrente, para que tengas presente la práctica de esto. Dado que es un ejercicio, solo la práctica constante da resultados. Siendo así, date tiempos acordes a los que tú estás acostumbrada y tu realidad te ha configurado para que sea sencillo, fácil y entretenido.
En lo quinto:
Se te presentará la circunstancia de aportar.
Si se te presenta un mendigo y te mendiga, dale una limosna.
Si tienes la oportunidad de dar de comer a un animal, aliméntalo.
Si debes cambiar tu actitud con una persona, puntual, hazlo por esa vez.
En lo sexto:
Por nuestro señor Jesucristo, él cual es el camino al Padre y todo lo que sea pedido en su nombre nos será concedido.

Atte.
Héctor Samuel Quijada Olguín.
CIO ij
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